Corregir el desequilibrio de nuestras energías a través de relajantes masajes, es lo que propone el ayurveda para sentirnos bien y acabar con los males que nos aquejan. ¿Te atreves a probar esta milenaria técnica india?
Gran variedad de medicinas alternativas milenarias promueven una atención integral de la persona, tanto en cuerpo como en mente, y siempre con técnicas naturales. Ésta es una de las máximas del ayurveda, una palabra hindú que procede de la unión de ‘vida’ y ‘ciencia o conocimiento’; toda una declaración de intenciones.
Meditación, alimentación, ejercicio físico, horarios, hábitos de vida… El ayurveda abarca todas las facetas de la vida, puesto que se trata de una concepción global de la misma. Por supuesto, también incluye formas de sanar, y una de la más extendidas son los masajes ayurvédicos, íntimamente ligados a los principios generales que rigen el ayurveda.
Esta filosofía, que tiene más de 5.000 años de antigüedad, defiende que existen tres elementos que constituyen el ser y que se combinan, a su vez, en cada persona, lo que hace de cada uno de nosotros un ser único y especial que, por lo tanto, precisa tratamientos curativos individualizados.
Estos tres grandes elementos, que en el argot se conocen como ‘dosha’, son, como explica Isauro Alonso, terapeuta del Centro Sandora en El Astillero (Cantabria), ‘vata’ (aire) -que representa la energía en movimiento-, ‘pitta’ (fuego) -que está relacionado con la transformación y los cambios- y, por último, ‘kapha’ (tierra), -que se considera como elemento cohesionador. Normalmente, todas las personas se pueden encuadrar dentro de una combinación de estos tres doshas en seis categorías diferentes.
Tipos de masaje ayurvédico
Hablar con el paciente, valorar individualmente su problema, y establecer cuáles son los elementos que tiene alterados y cuáles causan la enfermedad son los factores fundamentales para que el masaje ayurvédico se pueda aplicar con éxito, según señala Isauro Alonso. De la misma opinión es Marisol Dy Sánchez, terapeuta especializada en ayurveda que trabaja en varios centros asturianos: “el masaje ayurvédico es una terapia del ayurveda que trabaja de manera individualizada cada persona”.
Una vez que se tiene claro en qué categoría está encuadrado cada paciente, es el momento de elegir el tipo de masaje ayurvédico más indicado para él, así como los aceites que se van a aplicar. Como señala la especialista en ayurveda, “hay diversos tipos de masajes, siendo el más común el realizado con aceites, movimientos armónicos y a la vez intensos”. Se trata del denominado masaje abyanga, que se suele realizar por todo el cuerpo, por lo que conviene que el paciente se encuentre desnudo para poder aplicar sin problemas los aceites con las manos.
Junto con el masaje abyanga, también destacan el conocido como siro dara, en el que se vierte aceite sobre la frente del paciente, y el denominado kansu, en el que se trabaja la planta de los pies.
Aceites para el masaje ayurvédico
En India, cuna del ayurveda, se pueden encontrar cientos de aceites diferentes que se adaptan perfectamente a los problemas y características de cada persona, y por tanto a cada tipo de masaje ayurvédico existente. Es más, en este país, los masajes terapéuticos no son sólo un tratamiento contra diferentes enfermedades, sino que se presentan como una terapia preventiva, ya que es muy normal recibir uno todas las semanas para corregir los niveles óptimos de energía.
Una buena elección del aceite que se va a emplear es fundamental para que el masaje ayurvédico tenga el éxito deseado, ya que son las sustancias indicadas para tratar, desde dentro, las enfermedades. “Los aceites puros o medicados con hierbas penetran en la piel y, al dar el masaje, van llegando hacia las capas más profundas, los tejidos”, manifiesta Marisol Dy Sánchez, terapeuta especialista en ayurveda.
Es clave, igualmente, distinguir entre los aceites base y el resto de los aceites. Los primeros son los encargados de llevar el peso del tratamiento y serán completados, si es necesario, con otras sustancias, normalmente con hierbas, plantas, semillas o, incluso, leche de cabra.
Debido a que las alteraciones en el dosha vata son las más comunes, el aceite de sésamo, el más indicado en este caso, es el que más se utiliza, aunque también es común encontrar aceites a base de coco o mostaza, así como de oliva, almendra, ricino, girasol o también de guee (también conocida como gui o gree), que se elabora a partir de manteca.
Sea cual sea el tipo de aceite que se vaya a aplicar, es importante que sea un producto biológico, que no contenga productos químicos ni transgénicos, y que sea de primera prensada en frío y, en el caso de elegir el guee, que sea igualmente ecológico y sin sal.
Beneficios y contraindicaciones del masaje ayurvédico
El hecho de que el ayurveda considere, según palabras de la terapeuta especializada Marisol Dy Sánchez, que “el ser humano está compuesto también de energía”, hace que este tipo de masajes prometan una curación integral de la persona, cuando las disfunciones de esa energía, de esos doshas, se arreglan. Y es que, según esta experta en esta medicina tradicional india, “muchas quejas del cliente reflejan problemas en estas energías, que afectan al cuerpo físico”.
En este sentido, Marisol Dy recuerda que el uso de aceites especializados “corrige y previene los desequilibrios de los doshas, especialmente el vata que, al estar relacionado con el sistema nervioso y las funciones que incluyen movimiento, es la bioenergía que mueve los otros dos: pitta y kapha”. Y es que los estudiosos del ayurveda aseguran que un 70% de las enfermedades están relacionadas con el dosha vata, para el que los masajes son un excelente remedio.
Concretamente, entre los principales beneficios del masaje ayurvédico, destacan:
- Refuerzo del desarrollo espiritual y una mayor armonización íntegra del paciente.
- Mejora del sistema inmune, la postura corporal y la estructura ósea.
- Aumento de la flexibilidad de los músculos.
- Mayor capacidad para eliminar las toxinas, debido a que el masaje ayurvédico trabaja con el sistema linfático y con el sanguíneo.
- Relajación profunda del sistema nervioso, que produce una relajación generalizada.
- Ayuda a combatir el estrés y la ansiedad.
Contraindicaciones del masaje ayurvédico
Sin embargo, como sucede con otros muchos masajes, existen contraindicaciones que pueden hacer que el masaje ayurvédico no se pueda practicar, o se deba hacer de una manera menos profunda. Según la terapeuta Marisol Dy, estas contraindicaciones son la fiebre, las enfermedades infecciosas o contagiosas, o tener la menstruación, así como en el caso de los pacientes que padecen trombosis, en los que ha de haber un cuidado especial.
También la administración de ciertos medicamentos (antidepresivos, psicofármacos, fármacos para tratar enfermedades cardiovasculares…) puede suponer una contraindicación.
Como siempre, lo mejor es ponerse en manos de especialistas bien preparados para valorar esta problemática y encontrar el tratamiento más adecuado a cada una de las dolencias que se sufra.
Cómo es una sesión de masaje ayurvédico
Si estás pensando en animarte a descubrir las bondades de esta milenaria técnica, te explicamos cómo es una sesión de masaje ayurvédico:
“Antes de dar el masaje ayurvédico se analizan diversos puntos como el tipo de piel, estructura del cuerpo, metabolismo, digestión, sueño, etcétera; todo eso a través de una breve charla que sirve para que el terapeuta evalúe el dosha o doshas predominantes o en desequilibrio en aquella persona, y así determinar qué tipo de aceite, presión e intensidad va emplear durante la sesión o secuencia de tratamiento”, explica Marisol Dy, terapeuta especializada en ayurveda.
Debido a que la mente es tan importante en la filosofía ayurvédica, es fundamental intentar trabajarla durante la sesión de masaje para conseguir un efecto más completo. Para ello, a medida que el especialista va masajeando nuestro cuerpo con aceites, debemos intentar eliminar los pensamientos de nuestra cabeza y concentrarnos en relajar el cuerpo y disfrutar de la sesión.
Luz tenue, una temperatura adecuada, música relajante y esencias seleccionadas, ayudarán al paciente a entrar en ese estado de relajación que se verá completado con los aceites y los movimientos de las manos del masajista.
Cada una de las sesiones suele durar alrededor de hora y media, a la que normalmente hay que sumar un tiempo extra para una charla con el experto, necesaria para determinar las características de los doshas y su problemática. Aunque los precios pueden variar mucho según centros, la media de las tarifas ronda los 50 euros por sesión aunque, como en otros muchos tipos de masajes, existen bonos de tratamiento que pueden abaratar este precio.
Articulo extraido de https://www.webconsultas.com/belleza-y-bienestar/terapias-alternativas/masaje-ayurvedico-11403
Dejar una contestacion