Quizás no sepas que masaje y masoterapia no son conceptos equivalentes, aunque existe la tendencia a confundirlos. En este artículo queremos establecer con claridad su diferencia y explicarte las modalidades de masoterapia y las ventajas de aplicarla.
La masoterapia como solución a largo plazo
Esta disciplina, desarrollada de igual manera por profesionales, tiene una finalidad terapéutica. Los movimientos empleados tienen como objetivo que el paciente mejore su estado a medio y largo plazo en relación con alguna lesión o nodo corporal. Lo habitual es que la masoterapia la realice un kinesiólogo que sabe qué puntos tiene que tocar. Es más completo ya que no requiere de accesorios para masaje, y engloba varias técnicas manuales, como:
- El masaje deportivo que se emplea, sobre todo, para el tratamiento de lesiones como la tendinitis y los esguinces.
- El masaje estético, que sirve para eliminar la acumulación de grasa, siendo un buen complemento de una dieta hipocalórica o, simplemente, para el tratamiento de la celulitis.
- El drenaje linfático, técnica que se utiliza para mejorar la circulación sanguínea, ideal si tu paciente tiene varices.
- El masaje transverso de Cyriax, consistente mover transversalmente los tejidos en la zona donde se ha dado la lesión, aliviando el dolor y contribuyendo a la reordenación del colágeno.
Los beneficios contrastados de esta técnica son varios. En primer lugar, acelera el proceso de recuperación como complemento al tratamiento de fisioterapia convencional. En segundo lugar, en enfermedades crónicas, contribuye a aliviar los síntomas. A largo plazo, el paciente notará una mejora generalizada tanto física como psicológica, alcanzando un estado de bienestar general.
¿Masajes o masoterapia?
El masaje, como técnica, consistente en unos movimientos sobre una determinada zona del cuerpo, puede no tener ningún objetivo terapéutico, sino simplemente relajante. Este es el motivo por el que una persona tiene que ir con frecuencia porque, al cabo de unas semanas, los efectos positivos se pierden. En cualquier caso, es importante saber que los masajes regeneradores son positivos y su aplicación es recomendable para personas que aún no han desarrollado toda su estructura ósea (niños) o deportistas que acaban de realizar un esfuerzo. Si la persona que los realiza es profesional, tendrá efectos positivos y posiblemente requiera de accesorios para masaje, algo que la masoterapia no necesita.
De todas formas, la diferencia entre estas dos disciplinas es más reciente de lo que pensamos. Se entendía que los masajes también eran masoterapia, porque servían para mejorar el bienestar general y para sanar problemas. Existen referencias visuales en el Antiguo Egipto y tablillas sumerias que hablaban de métodos para sacar y relajar. También existe documentación, como el Canon del Emperador Amarillo en China (siglos VIII-V AC), que hace referencias a su funcionalidad terapéutica o el libro Kong-Fou, redactado por monjes budistas.
Si estás interesado en realizar masoterapia, te conviene realizar una formación especializada para ofrecer un servicio de garantías. Los beneficios para tu paciente serán varios y podrás posicionarte en un segmento del mercado con una demanda creciente.
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