Actualmente, ha habido un aumento de consultas sobre terapias complementarias como suplementario a las terapias tradicionales. Métodos como la Masoterapia, Reflexología, Fitoterapia y Reiki se han popularizado, sobre todo con su relación con el uso de piedras y gemas dentro del tratamiento.
Te puede parecer irreal, pero muchos de quienes han probado estas técnicas dicen sentirse mejor después de la sesión, pero sin dejar de lado la terapia contemporánea.
Masoterapia
Esta terapia complementaria consiste en un masaje profundo que busca mejorar la circulación, liberar los tejidos de contracturas que puedan existir en los músculos y mejorar la movilidad del cuerpo. Su objetivo es plenamente terapéutico -en comparación a otros masajes más superficiales que buscan relajación- y es realizado por kinesiólogos expertos en el tema.
Dentro de la categoría de «masoterapia» se encuentra el famoso drenaje linfático, el cual combina la técnica de masajes tradicional con el uso de un kit piedras volcánicas para relajar el sistema linfático y mejorar la circulación de la sangre. Estas deben primero calentarse hasta llegar a un punto donde, al contacto con la piel, no incomode o dañe la zona, para después ubicarlas en puntos estratégicos de la espalda, comúnmente, o de la zona en que se está trabajando.
Reflexología
La reflexología es un tipo de masaje localizado a las zonas de las manos y los pies, siendo esta última la más popular. Su nombre viene de la creencia de que el cuerpo humano, y sus órganos, pueden reflejarse en sus pies y manos y, aplicando cierta presión en puntos específicos, se puede aliviar y/o mejorar alguna dolencia física o psicológica. Este masaje actúa sobre el sistema nervioso autónomo y sirve como un muy buen complemento a terapias convencionales que pueden o no ser invasivas.
Por la naturaleza de este masaje, no se usan mucho los kit piedras volcánicas, pero sirven como un complemento más a la hora de la relajación del paciente.
Fitoterapia
Se le llama Fitoterapia al uso de diversas plantas para fines medicinales, siendo esta terapia complementaria la que tiene más bases científicas que otras mundialmente populares.
Las típicas plantas utilizadas son la manzanilla, menta, romero, ortiga, entre otros, aunque hay una gama inmensa de plantas que pueden utilizarse para enfermedades o dolencias específicas. Pero hay que tener cuidado, porque cada una de ellas puede tener contraindicaciones para personas con ciertas condiciones. Por ejemplo, el romero se puede utilizar como activante (similar a la cafeína) pero, para las embarazadas, puede ser peligroso tomar una infusión de esta planta porque puede producir un aborto.
El uso de la fitoterapia es amplio, y abarca todas las dolencias, tanto físicas como psicológicas, que puedas tener. Lo más importante es ir con un especialista que vea tu caso particular antes de experimentar con algún concentrado.
Reiki
El Reiki es una terapia donde, sin tocar al paciente, el reikista canaliza la llamada Energía Vital Universal a través de sí mismo y lo traspasa al paciente, curando así las dolencias que pueda tener. Esta terapia complementaria posee dos principios para completar una curación: la limpieza de los meridianos y el equilibrio de los chakras.
La mejor forma de utilizar un kit piedras volcánicas junto con el reiki es incluirlas al momento de equilibrar los chakras, o llevar contigo una pulsera de piedras para armonizar tu propia energía vital.
No existen restricciones para las personas que quieran probar esta terapia, pero tienes que tener claro que no sustituye a una terapia convencional, si no que puede complementarla.
Independientemente de cuál terapia prefieras, recuerda hacerlo en base a tus necesidades y consultar con especialistas.
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